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La primera vez que vi esta tarta me enamore de ella,  fue lo que se dice amor a primera vista,  enseguida guarde la receta en mi lista de pendientes, era seguro que tenía que hacerla. Hasta me compre el topper que veis en la imagen porque tenía muy claro que sería para San Valentín. 

Para mi San Valentín es especial porque coincide con que es el Santo de Valentina, y me gusta preparar algo especial para ella, así que este año al fin me decidí y pude prepararla.  

Es una tarta deliciosa,  el bizcocho Red Velvet es uno de los bizcochos que más me gustan, su sabor y textura es diferente al resto. Si añadimos a ello que se trata de dos tartas en una,  ya que en lugar de relleno, lo que acompaña al bizcocho son dos cheesecakes de chocolate blanco, el resultado es espectacular,  sin contar con la cobertura suave de Butterswiss de Chocolate Blanco. Me pregunto si no se te ha hecho la boca agua en estos momentos??  No te preocupes ya lo dejo. 

Antes de pasar a los ingredientes te dejo enlace a la receta Fuente (click ) y al responsable de mi obsesión por ella, Iñaki del blog Jaleo en la cocina,  os recomiendo que paséis a visitarle,  todo lo que hace es espectacular.

Ahora sí vamos con la receta:

Chessecakes

En primer lugar preparamos los chessecakes, si puedes hacerlo un día antes que el bizcocho mucho mejor, yo lo hice todo en el mismo día, pero con bastantes horas de antelación…

Ingredientes:

  • 1.175 gr. de Queso crema tipo Philadelphia (la cantidad real es 1.250gr. pero no calcule bien y yo solo tenía lo que pongo)
  • 2 Huevos L
  • 200 gr. de azúcar
  • 150 gr. de chocolate blanco
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla

Preparación:

Primero fundimos el chocolate blanco troceado en el microondas unos minutos, o bien puedes hacerlo también al baño María. Una vez listo reservamos para que se vaya templando.

Precalentamos el horno 160º C.

Batimos el queso junto con el azúcar durante unos minutos para que se mezcle bien, después añadimos el chocolate atemperado y el extracto de vainilla poco a poco sin dejar de batir. Lo siguiente será añadir los huevos previamente batidos un poquito. Lo haremos uno a uno, para que se integren bien.

Vertemos la masa dividida en dos moldes individuales de 20 cm. que habremos forrado (solo la base) y engrasado previamente. Nivelamos la superficie con una espátula e introducimos al horno sobre bandeja no rejilla, durante 30-35 minutos en mi caso han sido 40 minutos exactos.

Cuando haya transcurrido ese tiempo, apagáis el horno «sin abrirlo» y dejáis las cheessecakes hasta el día siguiente o al menos ocho horas. Después de este tiempo irán al frigorífico mientras preparamos el bizcocho.

Bizcocho Red Velvet

Receta fuente: Libro «Objetivo: Tarta Perfecta» de Alma Obregón

Ingredientes:

  • 120 ml. de aceite de oliva suave (yo uso aceite de girasol)
  • 320 gr. de azúcar
  • 2 huevos L
  • 2 cucharadas rasas de cacao sin azúcar
  • 3 cucharaditas de extracto de vainilla
  • 250 ml. de leche
  • 2 cucharaditas de zumo de limón
  • 300 gr. de Harina
  • 1 cucharadita de bicarbonato de soda
  • 2 cucharaditas de vinagre blanco
  • 1 cucharadita de colorante en pasta rojo (Extra red de Sugarflair)

Preparación:

En primer lugar preparamos buttermilk casero, a los 250ml. de leche le añadimos el zumo de limón y dejamos reposar.

Tamizamos los ingredientes secos, la harina y el cacao y reservamos.

Precalentamos el horno 180ºC, calor arriba y abajo.

En un bol o recipiente, batimos bien el azúcar con los huevos y el aceite, hasta que todo quede bien integrado. Después añadimos la harina y el cacao,  alternando con la buttermilk que hemos preparado al principio. Iremos añadiendo un tercio de la harina y luego buttermilk, así hasta terminar por ultimo con la harina. A esta mezcla incorporamos el resultado de añadir al vinagre la cucharadita de bicarbonato de soda, hará reacción y comenzará a burbujear, en este momento hay que echarlo a la mezcla sin dejar de batir. Por ultimo añadimos el extracto de vainilla y la cucharadita de colorante en pasta, lista la mezcla.

Vertemos la masa en dos moldes individuales de 20 cm. previamente forrados (solo la base) y engrasados e introducimos al horno, sobre rejilla durante 30-40 minutos.

Transcurrido este tiempo, sacamos del horno y dejamos enfriar 10 minutos antes de desmoldar. Una vez desmoldados, los dejaremos enfriar sobre rejilla.

Butterswiss de Chocolate Blanco

Os aconsejo que preparéis el butterswiss el mismo día de montaje de la tarta. Podéis hacerlo antes, pero particularmente a mi me gusta hacerlo en el mismo día, de ese modo no hay necesidad de meterlo al frigorífico hasta que se ha cubierto la tarta.

Ingredientes:

  • 3 Huevos L (solo las claras)
  • 250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 200 gr. de azúcar
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 150 gr. de chocolate blanco

Preparación:

En un bol o recipiente de cristal ponemos las claras junto con el azúcar para que este se disuelva en ellas sin llegar a cocinarse. Si dispones de un termómetro de azúcar, la temperatura no debe rebasar los 65ºC. Removemos de vez en cuando con la cuchara. Sabremos que esta listo, al tomar una pequeña cantidad con los dedos, si no notamos gránulos es que se habrá disuelto correctamente. Retiramos y dejamos enfriar un poco.

Trocearemos el chocolate y lo fundiremos en el microondas unos minutos. Después reservamos para que se temple.

Vertemos las claras y el azúcar que hemos preparado en el bol de nuestra batidora/amasadora y batiremos durante unos 7 minutos hasta que se hagan picos firmes. Comenzaremos con la velocidad más baja e iremos subiendo progresivamente hasta alcanzar la máxima.

Cuando tengamos listo el merengue, añadimos la mantequilla poco a poco sin dejar de batir, al igual que con las claras, empezaremos con velocidad baja para después ir subiendo. La mezcla irá adquiriendo consistencia como de helado. Añadiremos el chocolate blanco fundido y atemperado poco a poco mientras seguimos batiendo, hasta que todo quede bien mezclado.

Montaje/Decoración:

Para el montaje y decoración de la tarta, necesitamos:

  • Sprinkles de corazón
  • Utensilios: Espátula, stand, base giratoria, disco o base para tartas.
  • Manga y boquilla (opcional)
  • Topper (opcional)

Antes de montar la tarta os aconsejo nivelar bien las capas, aunque lo hayamos horneado todo en el mismo tipo de moldes, el horno hace sus propias creaciones, sobre todo con los bizcochos. Cortaremos si les ha salido chepa para dejar las capas los más igualadas posible.

Una vez niveladas, ponemos una primera capa de queso, sobre un disco o base para tartas y esta a su vez sobre el stand donde vayamos a montarla, no es necesario poner relleno o crema adicional, ya que el chessecake es húmedo y se adhiere a los bizcochos sin problema. Pondremos la segunda capa de bizcocho y así sucesivamente con el resto de capas.

Lo siguiente será cubrir la tarta con el Butterswiss que hemos preparado. Si dispones de una base giratoria, coloca el stand sobre ella, nos facilitará la tarea, con ayuda de una espátula vamos untando por los lados y superficie de la tarta. Yo suelo cubrir una primera capa y después llevo la tarta al frigorífico un rato. Repito este proceso unas cuatro veces.

Para la decoración yo he usado Sprinkles de corazón y con el resto de crema he decorado con la manga y una boquilla el borde de la superficie. Todo esto es opcional, también puedes dejar la tarta lisa o utilizar otro tipo de decoración, o espolvorear el borde con restos del bizcocho, aquí ya lo dejo a la creatividad y gusto de cada uno.

Se que el proceso es algo laborioso pero merece la pena te lo aseguro es una de las tartas mas ricas y originales que he probado!!! Espero que a vosotros también os guste tanto como a mi, yo me he quitado una espinita con ella, tenía muchas ganas de hacerla y más aún comerla!!!😂

Si te ha gustado la receta, aquí te dejo otra versión que preparé, y que es algo más simplificada, solo un poquito!!!

Antes de irme, os dejo la anécdota de Valentina:

El otro día a la salida del colegio, yo estaba hablando con la mamá de una de sus compañeras de clase, en esto que vienen las dos corriendo, y la niña le dice a su madre: Mamá, vamos a casa de la Yaya?? Y Valentina sin dejarle contestar siquiera a la madre, le dijo emocionada: Alaaaa mi abuela también se llama Yaya!!!  La madre de la niña y yo pusimos ojitos  y nos miramos!!!

(Nota: En España es muy habitual que los niños llamen a sus abuelas, Yaya, en lugar de abuela, se trata de un apodo cariñoso que se ha extendido entre generaciones)

Como siempre, agradeceros que hayáis dedicado un ratito a leerme, me hace muchísima ilusión que me dejéis algún comentario, y si queréis preguntarme cualquier cosa, yo estaré encantada en responderos por aquí o través de las redes sociales si decidís seguirme…¡¡¡Hasta pronto!!!

¡¡¡Dulces Postres!!!